Presentación de mi blog

Hola a todos.

Me llamo Mónica y estoy estudiando el Grado de Educación Social en la UNED y voy a presentaros un poco mi blog. El mismo trata de explicar un poco en que consiste la educación social y cuales son las tareas ,a grandes rasgos, que realiza un educador social. Con el quiero acercar un poco la labor que día a día realizan los educadores sociales y darlos un poco a conocer, ya que en mi opinión, no son muy conocidos y su labor hoy en día es muy importante.

Espero que os sirva de ayuda y que os guste.

Gracias por adelantado y disculpad un poco mi desconociemto de la informática.

domingo, 12 de diciembre de 2010

NUEVO FRACASO ESCOLAR ESPAÑOL

  Los jóvenes dedican una hora y media al día a estudiar, mientras que pasan una media de cuatro horas delante de una pantalla (consola, televisión o Internet), tiempos que aumentan a mayor edad y se reducen en las más tempranas. Son datos de una investigación sociológica para conocer los hábitos de estudio de los escolares, realizado con entrevistas a 1.000 niños de entre 8 y 16 años y a sus padres.

   Estudiar pierde interés al pasar de Primaria a Secundaria: a siete de cada 10 niños de Primaria les gusta estudiar, mientras que solo cuatro de cada 10 Secundaria tienen una actitud positiva hacia el estudio, señala el informe encargado por la Fundación Antena 3. Por tanto, el 60% de los niños más mayores indican que no les gusta estudiar; son el 75% de los que suspenden y el 45% de los que aprueban.

   Uno de cada dos estudiantes de secundaria con suspensos tiene problemas para concentrarse cuando tratan de estudiar; sin embargo, mientras estudian, un 48% escucha música, un 45% tiene gente cerca hablando, un 35% está conectado a Internet y un 25% tiene la televisión puesta. El informe, realizado por TNS-Demoscopia, señala que un tercio de los jóvenes no estudia en su habitación, sino en la cocina o el cuarto de estar y que esa misma proporción tiene problemas para entender las explicaciones de los profesores, sobre todo en matemáticas y ciencias.

   Respecto a las técnicas de estudio, más de la mitad de los alumnos (55,6%) afirma que suelen aprender las cosas de memoria. De la relación entre padres e hijos, destaca también que la aplicación de castigos es habitual al sacar malas notas (en el 55%), mientras que solo un 25% de los padres manifiesta premiar a sus hijos cuando obtienen buenos resultados. La comunicación habitual entre padres e hijos sobre la marcha de los estudios es menor entre aquellos que suspenden (53%), que entre los que aprueban (71,2%).

   A lo largo del curso, los escolares de Primaria dedican poco más de una hora al día a estudiar y media hora más los estudiantes de secundaria; cuando los exámenes se acercan, el tiempo de estudio sobrepasa la hora y media y las dos horas y media en secundaria. Delante de la pantalla, los alumnos de primaria están casi 3,5 horas (1,5 ante TV, 1 hora juegan a consola u ordenador y casi otra hora conectado a Internet), mientras que los adolescentes emplean cerca de 4,5 horas (1 hora y 49 minutos viendo la tele; 48 minutos a la consola o el ordenador y 1 hora y 44 minutos en Internet). 

miércoles, 1 de diciembre de 2010

MENORES, DROGAS Y EDUCACION SOCIAL






Todo niño/a nace y se desarrolla en un contexto, con unos factores que van configurando su vida. La familia es la primera institución que influye en la vida del niño/a, el cual a su vez estará condicionado por factores económicos, políticos, sociales y culturales. Otra de esas instituciones es la escuela, la cual llegará en un momento concreto de la vida del niño/a y ejercerá su función social. Más tarde aparecen los amigos, el grupo de iguales, agentes que adquirirán un papel muy importante al entrar en la adolescencia. Y este recorrido va configurando su personalidad individual y social. Las diferentes circunstancias y situaciones de cada uno contribuirán a la creación de zonas de exclusión, zonas de vulnerabilidad y zonas de integración, según se sitúe la persona y su vida, sus proyectos de inserción social y personal tendrán distintos matices.

Muchos adolescentes, cuya historia social, personal y familiar ha configurado un proceso de socialización que no ha favorecido su desarrollo, se encuentran en las zonas de exclusión. Otros chicos/as tiemblan en la cuerda floja, en una situación vital muy vulnerable, con un presente lleno de riesgos y un futuro incierto. Y dado el modelo social que vivimos en la actualidad, con un sistema social cada vez más individualista, cargado de valores consumistas y hedonistas, con un nuevo concepto de familia y otros patrones en las relaciones..., los adolescentes situados en las zonas de integración, aunque parece evidente que están en mejor posición, con más posibilidades y mejor perspectiva de futuro, no quedan al margen de una sociedad excluyente.

Nos encontramos así con unas vidas llenas de carencias y necesidades, con un proceso social que no ha cubierto sus seguridades más básicas, con un desconocimiento de los límites adecuados y necesarios para las distintas etapas vitales. Aparecen entonces adolescentes y jóvenes que no respetan las normas sociales, ya que sólo es posible entender el límite cuando ha sido establecido sobre la base de un sistema de seguridades satisfechas. ¿Cómo van a entender normas externas y van a responsabilizarse de lo ajeno cuando no son capaces de hacerlo con su propia vida?.

Si realizamos un análisis de las características de los menores considerados “inadaptados” veremos un fracaso generalizado en las etapas de socialización. Los ámbitos que conforman su vida no han aportado modelos educativos adecuados para una inserción positiva; problemas familiares, falta de referencias y modelos educativos en este entorno, padres drogadictos, sin trabajo, separados, inexistentes, pasotas, autoritarios, sin recursos económicos....; fracaso en el sistema educativo, absentismo escolar que aumenta el tiempo de calle, situaciones de riesgo, grupo de iguales en sus mismas condiciones, entornos marginales o llenos de elementos desestructurantes, factores que poco a poco les van acercando a situaciones que les harán entrar en el proceso exclusor de su propia persona y de su relación con la sociedad. Ante todas estas situaciones problemáticas el adolescente que no ha nacido y no se ha desarrollado en un clima de seguridad, afecto, comunicación, límites, presencia positiva de figuras adultas... verá llamar a su puerta numerosos atractivos a los que no podrá resistirse, ofertas que llenarán todos los vacíos que tiene en su interior, aunque aparentemente no sea consciente de ello.

Así empieza una carrera hacia la transgresión de la norma social, una imposición que el adolescente incumple porque no la entiende, no la siente, no la relaciona con su vida, más aún cuando no es capaz de entender su situación ni elaborar un discurso con perspectiva de futuro. Como lo que vale es lo que ahora quieren o necesitan, el fin que guiará sus actos estará encaminado a conseguir esos resultados que le satisfagan inmediatamente. Basta analizar el comportamiento de un niño pequeño que cuando quiere algo, lo quiere ya, sin importarle las consecuencias, porque no piensa en ellas: no las siente como un posible problema, sólo tiene clara la meta que persigue. Estos chicos manifiestan este comportamiento infantil, fruto de la carencia del aprendizaje de la madurez y la autonomía.

Dentro de este proceso de exclusión juega un papel muy importante el consumo problemático de determinadas drogas, totalmente instauradas en las vidas de estos chicos que pasan la mayor parte del tiempo en la calle sobreviviendo: el día a día está enmarcado con el humo de un porro, no entienden sus actividades, sus momentos de grupo, sus sueños y deseos sin la presencia del hachís. Esta droga es un elemento inseparable del grupo en una relación variada: consumo individual y grupal, venta de pequeñas cantidades con el fin de reinvertir en una nueva compra de la sustancia o en la adquición de alguna de las prendas de moda que ciegan y colman sus aspiraciones. Esta compra de hachís o de otras sustancias también conlleva sus rituales y rutinas de movimiento, búsqueda, contactos...... En esta dinámica están ellos solos, no hay unas figuras adultas que aporten su presencia, su apoyo, su escucha. La calle llega a ocupar la mayor parte de su tiempo: ni familia, ni escuela, ni trabajo...nada.

En la cadena de exclusión social existe un colectivo de adolescentes en riesgo, que interiorizan un estilo de vida, el cual puede llevarles al extremo de las transgresiones, el delito, al mismo tiempo, que llega la estigmatización, el prejuicio social: “son chicos que se drogan, con pintas sospechosas, que atentan contra la seguridad de la sociedad, contra la tranquilidad de la comunidad”. Los ciudadanos, por miedo al aumento de la delincuencia, piden medidas de control y represión para recuperar la calma social.

Los padres de adolescentes en zonas de integración o adaptación se forman su propia película de la historia, o más bien la que a través de distintos mensajes se ha querido crear en ellos, convirtiendo así a los menores “inadaptados” (aunque son los que mejor se adaptan porque no tienen otro remedio ante la falta de apoyos) en chivos expiatorios de los problemas que afectan a la sociedad: la droga, la delincuencia, la inseguridad ciudadana... Estos menores llegan a convertirse en auténticas figuras sobre las que se echan las culpas: se les considera un “estorbo” en los institutos interrumpiendo los procesos sociales y personales de los “demás” chicos/as, son modelos negativos, malas compañías, seres peligrosos... El discurso social se concreta en el eje adolescente inadaptado-calle-drogas-delito, aunque la dirección entre drogas y delito puede ser a la inversa, ya que al delito de un menor sigue una respuesta judicial, lo cual implica ahondar aún más en su proceso de exclusión, y provoca una situación más cercana a una drogadicción o un delito mayor. La droga cobra entonces una importancia especial, considerada en la investigación llevada a cabo como una de las posibles causas que pudieron contribuir a la conducta que desencadenó y le llevó a cometer la falta o el delito por el que posteriormente va a ser juzgado.

En toda esta compleja situación cobran un papel muy importante las figuras adultas que se mueven en la vida del chico, que sirven de referencia estable, que aportan presencia, escucha, compañía, afecto, atención, apoyo, consejo, límites,... En unos casos serán las familias las que deban estar ahí. En otros, entrarán en juego profesionales como los educadores sociales que aportan comprensión, y afecto, acompañado de la orientación, la presencia. El educador social es una figura que conoce bien en qué contexto o zona se encuentra (exclusión, vulnerabilidad e integración), y en cada una de ellas despliega unas estrategias específicas. En unas ocasiones su intervención está más encaminada a formar a los padres de adolescentes, a ayudarles a saber relacionarse con su hijo, y a ayudarle a entender la realidad de este (adolescencia, amigos, drogas...). En otras, la intervención es directa con los adolescentes y con sus padres, ejerciendo de mediador (también en temas concretos como puede ser el consumo, pero lo más positivo será una actuación más integral que trate las drogas como contendio transversal). Y en otras, el educador social dirige su intervención, dentro de las zonas de exclusión, hacia los adolescentes sin familia o con familias multiproblemáticas, con las que no puede plantearse mucho trabajo educativo, por lo que desarrollará una acción directa con el chico como guía y orientador de su proceso de desarrollo personal y social. En este último caso, como las drogas suelen tener una presencia más habitual, no reducida a los fines de semana, el educador tendrá que conocer al chico, su situación, sus problemas, sus intereses, aspiraciones, su formación, sus deseos..., para ayudarle a desarrollar estrategias y habilidades que le permitan integrarse en la sociedad, ocupando su tiempo en espacios y actividades de provecho, disminuyendo los momentos de riesgo, la inactividad y la apatía, generando en él expectativas, ilusiones, trabajando sus potencialidades, su autoestima. El tema de los consumos se trabaja de forma integral, a partir de conversaciones espontáneas que se originan cuando el clima es de confianza y cercanía, fundadas en realidades y no en frases hechas que un chico/a te puede decir si le sometes a un cuestionario o aparecen en fichas didácticas para dejar de fumar, beber... y conocer los efectos negativos de tal uso o abuso. A partir de esas conversaciones el educador valora qué tipo de orientación debe seguir en su estrategia de intervención, ya que su función principal es orientar el proceso de desarrollo del chico, más aún cuando éste no ha vivido de forma adecuada las diferentes etapas de su vida. Se parte de la realidad, no de fórmulas idealistas y teóricas. Por supuesto, el educador desea que el adolescente no consuma nada que le pueda perjudicar, pero hay que saber ser flexibles y acertar en las formas para llegar a canalizar esos deseos y actos. De nada sirce subirnos al barco de los discursos tajantes del “no a las drogas” sino no somos capaces de estimular nuevos horizontes en los chicos y ofrecerles alternativas de futuro.

La ley judicial prioriza la responsabilidad penal así como la sociedad antepone el discurso represivo ante las drogas y el no como respuesta. Pero si profundizáramos más en las verdaderas vías para la búsqueda de soluciones y para la creación de procesos de desarrollo social y personal en los/as chicos/as, la ley judicial debería priorizar la responsabilidad personal (el trabajo hacia la madurez y la reflexión para entender la propia vida y consecuentemente responsabilizarse de los actos cometidos), y la sociedad anteponer un discurso preventivo y educativo que intente entender el problema de los menores en toda su complejidad, que luche por la satisfacción básica de las necesidades de todo niño/a desde las primeras etapas de su vida,. que genere espacios de crecimientos.

Firmado: Pilar Viadero
Educadora Social, Santander










 
 








martes, 23 de noviembre de 2010

NOTICIA ALENTADORA


 

Alfabetización para personas con Discapacidad Sensorial
El Ministerio de Educación, con apoyo de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura OEI dio inicio al programa de Atención a Personas con Discapacidad Sensorial especialmente para la población ciega y sorda, en el Marco del Plan Nacional de Alfabetización y la política de educación inclusiva que impulsa esta Cartera de Estado.
El Ministerio de Educación y la OEI inauguraron oficialmente el Programa de Atención a Personas con Discapacidad Sensorial dirigido especialmente a la población ciega y sorda, en el Marco del Plan Nacional de Alfabetización y la política de educación inclusiva que impulsa esta Cartera de Estado.
Para la OEI, estas acciones se enmarcan en el Convenio Específico de Colaboración MINED-OEI, que comprende la implementación de los Programas: i) Alfabetización y educación básica para la población joven y adulta; ii) Programa para el desarrollo profesional de los docentes; y iii) Programa de apoyo a la Gerencia de Programas Complementarios.

Personas con discapacidad auditiva interpretan el Himno Nacional a través del lenguaje de Señas.
En El Salvador, únicamente el 6% de la población con discapacidad ha logrado acceder al sistema educativo regular; por lo que el Programa Nacional de Alfabetización PNA, plantea en sus objetivos "Garantizar la educación de todos y todas las personas jóvenes y adultas, desde un enfoque flexible, inclusivo, de equidad y calidad", de igual manera, "Desarrollar habilidades de lectura, escritura y cálculo matemático"; y "Sostener programas específicos para la población vulnerable".
Nancy Maravilla, una de las beneficiadas con problemas auditivos, comentó, a través de un intérprete, su satisfacción por este programa y asegura que su vida ha cambiado radicalmente a partir del beneficio de la alfabetización que impulsan el MINED y la OEI.
El programa inicia con una población meta de 400 personas de ambas discapacidades que serán atendidas en círculos de alfabetización focalizados para sus necesidades educativas y serán atendidos por 32 voluntarios alfabetizadores, 9 sordos, 5 ciegos y 18 sin discapacidad.
Cabe mencionar que en este momento, a nivel nacional, el MINED ya cuenta con 25 círculos de alfabetización para personas sordas y 4 para ciegos.

Personas con discapacidad visual que participan del Programa de Alfabetización y Educación Básica de Personas Adultas, asisten a la inauguración del Programa de Atención a Personas con Discapacidad Sensorial

domingo, 21 de noviembre de 2010

Educación Intercultural

AMBITOS DE INTERVENCION DEL EDUCADOR SOCIAL

   La educación social abarca un amplio abanico de intervención entre los cuales cabría destacar los siguientes:
  1. La educación social especializada.
  2. La animación sociocultural y la educación en el tiempo libre.
  3. La educación de personas adultas.
  4. Acción e intervención comunitarias.
  5. Interculturalidad y educación no formal.
  6. Educación ambiental.
  7. Intervención en la tercera edad.
  8. Intervención en drogodependencia.

ORIGENES DE LA EDUCACIÓN SOCIAL

  La Educación Social comenzó a experimentar una tremenda expansión a partir de los años 80. Dicha expansión se vio motivada por multitud de factores, que no siempre respondían directamente a aspectos pedagógicos, y entre los cuales se encontraban la aparición de nuevas políticas sociales, la modificación del propio contexto social, etc. En definitiva, parece que la eclosión de la educación social, al menos en lo que se refiere al ámbiro español, fue posible gracias a la llegada de la democracia y a las nuevas formas del estado del bienestar, al incremento de los sectores de población marginal y, principalmente, a la conciencia de responsabilidad frente a los nuevos problemas derivados de la convivencia.

  Una década más tarde, el reconocimiento de la Educación social como diplomatura universitaria sería recogido en el real decreto 1420/1991 de 30 de agosto (BOE de 10 de octubre de 1991).

martes, 16 de noviembre de 2010

¿QUE ES LA EDUCACIÓN SOCIAL?

Tradicionalmente se identifica la Educación Social con diferentes metodologías y prácticas de educación no formal. Como disciplina académica, pone énfasis en el desarrollo e incorporación social de los ciudadanos como parte de una sociedad.

El contexto histórico y normativo en el que se enmarca la Educación Social parte de las Ciencias Sociales y de la Pedagogía como punto de anclaje.

La Educación Social está orientada a combatir cualquier forma de desigualdad social y a velar por el cumplimiento de los derechos humanos